El torneo Contra el Machismo Cup nació en un momento de creciente conciencia social y deseo de cambio, con el propósito de desafiar las estructuras y prejuicios machistas arraigados en el mundo del deporte. Desde su concepción, el torneo se propuso ser más que una competición deportiva; buscaba ser un movimiento, una plataforma para promover la igualdad de género y la inclusión en todas las esferas del fútbol.

En su edición inaugural, el torneo logró captar la atención de equipos, jugadores y espectadores de todo el país, ansiosos por ser parte de esta histórica iniciativa.

El primer año del torneo fue un rotundo éxito, superando todas las expectativas. La asistencia de equipos de diversas procedencias demostró la universalidad y la relevancia del mensaje contra el machismo.

La diversidad en el campo fue un reflejo vibrante de la sociedad, donde cada jugador y cada equipo aportaron su propia historia y lucha por la igualdad. La atmósfera estaba cargada de un espíritu de camaradería y solidaridad, con competidores y aficionados unidos bajo el mismo estandarte de cambio.